Lágrima hueca/Cristina Pizarro

Cristina Pizarro

Los pilares de “Lágrima hueca” son el cuerpo, el deseo, la fuerza del amor. Cada microcosmos se perfila con un movimiento, siguiendo un tempo musical intermitente en donde el dolor muestra su llaga y sólo se mitiga en la necesidad de aprehensión sensorial de los seres y las cosas. El doble se erige en la trama, hay una búsqueda de saciedad en el lenguaje que construye un universo que es y prepondera la valoración estética de lo nimio. La novela nace de la captación artística de la realidad; se acerca a lo cotidiano.

La multiplicidad de los planos se refleja en la descripción de los actos que pone de manifiesto la pasión de los personajes. Hay una fascinación por el lenguaje hablado, que vislumbra una capacidad estética de rutilante lirismo sensual y erótico. La naturaleza instintiva enmarca resonancias de una realidad sexual, unida a la angustia, la soledad humana y metafísica.

Se parte de un mundo vacío que se abre a nuevos territorios que bucean y se hunden en lo entrañable del ser y que se revela en el contacto de los cuerpos permanentemente. La caricia, el beso y la penetración se convierten en expresiones imprescindibles que se igualarán a la lectura y escritura.

En el deseo indómito se yerguen los personajes modelados con la materia, en la interrogación y la duda, para dejar en libertad la iluminación del ser del hombre.

La complejidad de la existencia se condensa en la arquitectura de la novela donde se destaca en primer plano, la fusión de los cuerpos iluminados por el devenir y la pasión.

Las vicisitudes del destino y el conflicto de las pasiones alcanza el tope de instancias de locura y desesperación, en sentido trascendente de la realidad reflejada.

Los fantasmas, los monstruos, la obsesión, los muertos a través de las fotos y el recuerdo, la sombra, la otredad, el doble, los juegos eróticos con los disfraces, conforman una cadena semántica alrededor del deseo y el dolor exaltados con imágenes muy sensuales donde la seducción de la palabra, la mujer en soledad, lo instintivo en la “repugnante ternura” hacia un viejo, unidos a la crueldad y el sadismo del hombre animal y viril describen una marcada violencia. Actitudes aberrantes, la mordida y la sangre, realzan aún más el erotismo, la piedad y la compasión de los personajes; las relaciones lésbicas, los cuerpos dominados-dominantes, el travestismo, la inversión de roles adquieren un relieve metalingüístico que prepondera el juego a modo de cajas chinas, siempre hay algo más por descubrir. En “Lágrima hueca” el significado de hacer el amor es “exilio perpetuo en el cuerpo del otro”. En síntesis, es una novela de un erotismo y sensualidad estética y filosófica digna de ser apreciada con frución.

 

Cristina Pizarro (Escritora – Poeta – ensayista – Licenciada en Educación con doctorado en Literatura Infantil)